Estos toreros, que acompañan al desaparecido Fari, tenían una marcha tremenda. Un ejemplo de raigambre y fuerza de la música populista. Sin grandes artilugios en el disfraz, con algún que otro ingenio en la modesta carroza, pero sobretodo con ganas de marcha, con cariño, con entrega en el desfile y con un buen estudio de los gestos del personaje imitado lograron vítores del público del desfile. Muy bien.
martes, 21 de febrero de 2012
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