El lugar es un poco prehistórico, ¿no? Es el pico de la Aguilica, en Águilas, claro. En mis clases de plástica les pido a los niños que hagan reflexiones sobre las formas de la Naturaleza y este ejemplo lo entienden enseguida. Los que somos de aquí, los que vivimos aquí, lo reconocemos y nos parece tan normal, pero a mi recuerda ahora a ese final de la película del planeta de los simios, con Charlton Heston paseando hacia una Nueva York arqueológica... ¿Conocemos bien los rincones tan hermosos de nuestro paisaje? ¿Los valoramos en su justa medida? Para hacerlo así es necesario viajar y comparar. El auditorio, tan bonito, podría haber tenido este aspecto, estos colores de tierra desértica, a mi me hubiera parecido más especial. Hay un genio en arquitectura española: Gaudí. ¿Por qué no se siguen más sus pasos? ¡Qué oportunidad, amparados por este paisaje, para crear una arquitectura nueva y preciosa..! No somos conscientes de la repercusión de las decisiones cotidianas. No se valora la creatividad en su valor de futuro, había que construir, habrá que construir, pero al hacerlo podíamos romper moldes, incluso más crear nuevos moldes. Cuando se piensa en estas cosas se amparan en el dinero, en los costos, pero es más bien la desidia y la falta de valor, el temor a la crítica y a la incomprensión. ¿No habría que hacer las cosa con el único fin de crear un bien en sí mismo, sin esperar el aplauso inmediato? Con cabeza y con corazón, con respeto y con misterio. Quizá después de esto algún futuro arquitecto reflexione sobre estas cosas, o mejor aun, algún futuro alcalde o promotor o mecenas, o simplemente hablemos de las cosas que nos rodean con otro punto de vista. Aquellas cosas que nos resultan sugerentes, estimulantes, son ¡tan valiosas! La Naturaleza, por su esencia cambiante y evolutiva suele estar cargada de estos tesoros y así deberíamos construir nuestras ciudades, con posibilidad de evolución, los jardines y espacios públicos son así, pero también podrían serlo los edificios, los coches (viva el tuneo personalizador), las calles... hace unos años en Lorca plantee una exposición por un día en la calle. La gente pasaba y veía como el espacio de la plaza del teatro Guerra había sido re-decorada con unos cubos de 2 x 2 metros de lado, me resultó bonito hacerlo. Hoy en día los museos tiene que invadir el espacio público, ¿No se podía haber hecho un auditorio como si fuera un teatro romano? Quiero decir, no igual, sino tomando esta idea abierta para la ciudad, de zoco transitable totalmente, aquí no llueve tantos días al año... en todo caso, esta idea se podría tratar para futuras construcciones de ocio público... Quiero dejar claro que me gusta el edifico que se ha hecho del auditorio, es sólo una reflexión a posteriori.
Imagen de la exposición en Lorca.
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